Alondras - 22 de mayo -
Siempre me gustó
ir a los casamientos
a celebrar las dichas
de almas hermanas.
Yo me casé en el bosque
con un hombre que ama los árboles,
allí, un día nos encontramos
y cuando estalló la luz entre los abedules
nos dijimos,
medio risueños y pícaros,
estamos casados!
Qué importan los protocolos?
Para nosotros
la "barbarie" del papeleo
empaña la dicha salvaje de nuestras raíces,
de nuestros rituales.
Nuestro ritual
se encarnó en el bosque,
donde la visible especie
de impermanencia
se llevó para siempre,
la alondra de nuestros besos.
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