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Caramelos

August 08, 2016

Stéphanie Metzger del Campo

Las boyas son los caramelos del mar

 marcando presencias

e indicando el momento

de una pausa

en un recreo estival.

Las boyas endulzan el salitre

conjugando opuestos

para traspasar

mareas

y

soles lunares.

Las boyas

coquetas

ensalsan

los aires de Provence

decorando

muros de piedra.

Especias

August 08, 2016

Stéphanie Metzger del Campo

El borrador existe tambien en las paredes.

Escribir con lápiz negro

inventando formas

que dan sentidos

a los significados.

Mi ojo

recrea

el renglón

de la escuela.

Escribir tantas veces

para escribir

con letra redondeada

y epicúrea,

lo que alguna vez

pretendio de mi

mi maestra:

Esmero!

El gato

August 08, 2016

Stéphanie Metzger del Campo

La pachorra

no es solo cosa de gatos

sino de versos

que se acoplan

al ritmo estival.

Aires gatunos

y siesteros

eligen

un escalón

motivando así

al que se va a dar

un paseo

atlético

y

sobre todo

felino.

Conversando

August 08, 2016

Stéphanie Metzger del Campo

Ellas se lanzan delicadamente como pidiendole permiso a la pared, para decorarla.

No basta con una rosa deslavada.

No,

no basta.

Un celeste de extremidades entona en el viento una oda para pedirle a la persiana que cobije sueños, otrora caminantes.

La ventana esta abierta y la persiana descansa de sus tareas nocturnas y de vigilia.

Conversa con las flores de sus cualidades cromáticas.

Encontraron un punto afín.

Todas las tardes se encuentran y conversan.

No lloran ni cuando llueve ya que de afinidades estan hechas sus tertulias.

Que se contaran?

Eso solo lo sabe la pared rosa que, a modo de "fondo", los cobija.

Este paisaje delicado inspira mi taza de thé veraniego.

Sabores de flores y pétalos de rosas no olvidan el canto de esta pared de Provence.

Un balcón

August 08, 2016

Stéphanie Metzger del Campo

Ella sube intrépida sin miedo a las asperezas.

No baila un compás conocido.

Emprende una marcha a la merced de un ritmo, singular y propio, como estos juegos de infancia.

Un balcón.

Un balcón que temporiza salidas y que invita a sentadas en tiempos jubilatorios.

Cuanta es la curiosidad de quien habita estos recovecos?

Cual será su ilusión al salir cada vez a ese balcón?

Que le dirá a las estrellas de noche?

Que vecino esperará que pase por la acera?

Un balcón

dando un espacio colgado.

Un balcón

que extraña

plantas y verdores.

Un balcón

que le insufla

coraje

a la enredadera

en su escalar

atlético.

Un balcón.  

Techos

August 08, 2016

Stéphanie Metzger del Campo

Ellos se amoldan,

para vestirse de tejas.

Chimeneas que invitan al calor del invierno.

En forma escalonada,

ascienden y descienden

creando movimiento

para que la irregularidad

forme parte del paisaje de la pupila.

Nada de rutinas y determinaciones.

Bajo el sol de Provence,

las especias llaman

al calor de la siesta

para invitar

al lugareño

a su banquete culinario.

Fachadas

que miran

de diferentes maneras,

llamando al visitante

con una coqueteria inusual.

Siempre lo mismo

y siempre distinto.

Conocer

y

no conocer

al mismo tiempo.

Ello forma parte

del bagaje que heredamos,

las memorias.

Los techos de Provence

labran en mi

eso

que desconozco

y

conozco

al mismo tiempo.

Me llevo

relieves y texturas,

llanos y montes,

sequías y verdores.

Santa Rita

August 08, 2016

Stéphanie Metzger del Campo

Delicada y mística

te entrelazas

desde

visiones proféticas

hasta

océanos cantores.

Delicada y firme

no dejas perecer

el recuerdo

que se avecina

en la visita

de quien otrora

conformó

tu infancia.

Delicada y elegante

te eriges

como una bandera

que ama a su patria.

Mi patria

con la que

bailo

elegante

y

de tacos

lo que mi corazón

desvela

en audacias

y

entonados versos.

Fachadas de colores

August 08, 2016

Stéphanie Metzger del Campo

Coloridos

como la Boca porteña.

Sin embargo,

una boca lejana y provinciana

que saborea gustos culinarios

hechos

con el ademán francés.

Esos colores

tienen la ventaja

de no ser neutros

ya que tienen

la osadía

de apelar

a la fantasía

como leit motiv de la arquitectura.

Cuando camino por esas calles,

el tango que bailé

aquella tarde,

me recuerda

ese boliche boquense

que viaja

con insistencia y esmero

para hacerse presente

en esta callejuela

de un pueblo

con aire

de

Provence

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