Margarita - 9 de febrero -
Las praderas
son inspiraciones
de gratos momentos de ocio
en donde el inefable verdor,
acaricia una cabellera de duendes,
en donde la amarilla zozobra
espera la siesta que la acecha.
En la pradera
el pasto me brinda el cobijo necesario,
para recordarme que soy de la tierra.
En esta estelada apuesta de la creación,
mi aura festeja la de los elementos.
Pertenezco a la cobriza dicha,
que se pregunta,
de qué color es la luz?
Porque los 7 colores que la componen,
ninguno impuso su protagonismo.
Todos cohabitan entre sí,
porque lo que dan,
es muy superior
a lo que darian solitariamente.
Esa luz ofrendada
es parte de mi dicha
en las praderas celestes.