Estrellita de mar - 11 de enero -
La salvé,
te salvé,
estabas en la orilla
fuera de la sal de tu mar,
estabas en la orilla
anhelando no secar tu dicha.
Estabas en la orilla
esperando la fortuna.
Con ese ademán
te salvé,
sentí tu piel rugosa
reclamando mar,
impaciente
por recobrar tu misterio
secreto
para los ojos de curiosos,
desvelado
para quien no cree en la inercia.
Te salvé
porque soy de las tuyas,
en otro hábitat,
respirando a través de otros órganos
pero dibujada
con el mismo molde.
Te salvé
porque otrora
fui
una estrella.