Mi libro - 10 de enero -

A menudo me paseo por las librerias preguntandome en que "rayon" se luce mi libro. Constato con alegria y sin sorpresa, que me clasifican como esotérica. Cuando le pregunto al o a la vendedora acerca de mi libro, me preguntan, antes que les diga que soy la autora del mismo, sobre que tema trata, mientras lo buscan en el registro informático.

Me rio sola, porque en el fondo soy inclasificable. Toda la vida me escapé de los marcos de referencia y mi libro, que es una obra de teatro, rinde homenaje a Einstein y la física, a la espiritualidad, a la nutrición, a la salud y es tan ecléctico como yo misma.

Ya antes me habian considerado ecléctica. Si, no concibo el mundo sin sus diferencias y sin moverme en ámbitos donde predominan diferentes razas y credos.

No,

no concibo una poesía en donde el estilo y su retórica sean predeciblemente uniformes, no, no concibo la vida sin ese "saltar continuamente" hacia los centros de referencias de los otros, para mejor conocerlos y comprenderlos. Habilidades de la percepción.

Con gracia y con humor, me descubro en el "rayon" de los símbolos místicos y el poder de los ángeles, y contenta me voy susurrandome al oido, estoy protegida.