Mi escritura refleja mis espacios sensibles.

Los milagritos de letras sobre papel que formulo con mi escritura rinden homenaje a ese espacio sagrado que todos llevamos dentro y que tan bien describe Saramago: 

" Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos".

La sensibilidad guia mi escritura y mi escritura inspira mi sensibilidad.

No hay falsas notas, en esto de rendirle culto a la maravilla humana y al mundo que nos rodea.

Nuestra singularidad compartida deviene universal, por el simple hecho que refleja intimidades que nos recrean simultaneamente y en cada instante.

Re-crearse continuamente es la maravilla de la condición humana.

Compartir para devenir cada vez mas próximos en esto de restaurar la belleza del mundo.

La sensibilidad es mi punto de partida y tambien el de llegada, ya que gracias a ella puedo decriptar paradojas convirtiendolas en oportunidades de trascendencia.

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Stéphanie Metzger del Campo